Es ese estado que he logrado conseguir a base de quitarle importancia a las cosas. A base de mirar sólo lo que tengo delante. A base de dolor, amargura, pero, sobre todo, mucho dolor, he conseguido ser feliz.
No recuerdo ser así de feliz desde... Hace algo más de dos años. Cuánto tiempo he estado amargada...
Dejé mis ilusiones para no volver a llevarme decepciones, pero hoy puedo decir que vuelvo a tener sueños. El sueño de poder forjar mi vida, y que no dependa de nadie, mi vida es independiente.
Hoy, ninguno de esos recuerdos olvidados va a hacer que mi día lleno de azul se vuelva gris. Hoy también será mañana, y hoy también fue ayer. Y todos y cada uno de los días desde hace unas semanas.
Está todo tan claro...lo tengo escrito en las yemas de mis dedos, lo escribí con un agua bien cristalina...
Zeus, qué feliz soy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario