viernes, 25 de enero de 2013

Si sigo viva es porque te sigo queriendo

He pasado años sólo en noches ahogándome en la incertidumbre del tú al que conocía, y aún a día de hoy lo sigo haciendo.
Yo te conocía, te conocía mejor que nadie, eras una persona maravillosa, podía sentir que era capaz de hacer cualquier cosa cuando estábamos juntos. Eras la energía que hacía fluir mi vida, el día y la noche y un todo en la misma persona.
¿Cuánto tiempo hace de eso? Parece que fue ayer, pero no lo es. Podría decir que mi vida entera, porque mi vida comenzó cuando apareciste tú. Pero no, sólo fue un tiempo a tu lado, ni roza los dos años, más que suficiente para saber que eres tú esa persona entre millones de personas que puede hacer de sus ojos mi mundo. Ahora que hemos perdido años me atormenta la idea de que esto ocurra sólo en mi cabeza, que sea yo misma quien te está encerrando en ella y no te deje salir porque mi amor por ti, todos mis desvelos, mis lágrimas, todos los momentos de "quiero que se apague el universo" porque tú no estabas, sólo estén rozando la obsesión por un muchacho de dieciséis años que ya no existe.
Podría decir que lo único que tengo en mi vida eres tú, pero es que no te tengo, ni siquiera a mi lado. Lo único que tengo son mis recuerdos contigo, nuestras cosas, este sentimiento que me ahoga y no me deja respirar.
Lo único que tengo es mi obsesión por ti.
Te conocía y tú me conocías a mí, igual ya no queda más que la nostalgia, el pensar lo que éramos antes y hasta donde hemos llegado porque yo soy así de gilipollas y te quiero demasiado.
Es tan triste pensar que has sido lo único y lo más importante que he tenido en mi cabeza durante tantos años, que te considere lo mejor que me halla pasado en la vida, que seas la persona por lo que lo daría todo, que te halla querido como no se quiere a nadie todo este tiempo, que halla pensado en ti más veces de las que respiro, para llegar a la conclusión de que esto es sólo una obsesión y que ya nada es real, que todo ocurre en mi cabeza.
Aún así, te quiero. Es lo mejor que sé hacer: quererte. Son muchos años de experiencia, aunque no creo que pueda poner eso en ningún currículo.
Si decido intentar olvidarte otra vez, ¿qué me quedaría? Si tú eres lo más bonito que me ha pasado, por no decir lo único que me ha pasado en la vida que merezca la pena. Si te borro de mi memoria, me borro a mí misma y me mataría en vida, más todavía.