domingo, 21 de agosto de 2011

Simplezas


Simplezas, simplezas y emociones, y alegrías, y sentimientos. Felicidad. Todo se haya en lo simple, una tarde, un paseo, una charla, un café, una noche, un banco, césped, un par de litronas, más charlas: amigos. Mucha, mucha felicidad.
Música. Mi otra música se ha convertido en sus voces, en sus risas, sus silencios, sus miradas, el aire que pasa alrededor.
Paz. Y mucha paz. No hay rencores, hacia nadie. Hay felicidad. Hay emociones, risas, charlas, cafés, cervezas, césped, sentimientos, en otras palabras: mucha felicidad; en otras palabras: simplezas.

lunes, 15 de agosto de 2011

Esa persona


Él es esa persona. Y que sí...aunque me ponga borde, aunque le suelte semejantes burradas, aunque bla bla bla bla...El día que le conocí puedo decir, por qué no, que me cambió la vida. Aquel día todo dejó de ser como lo era antes. Todo dio un giro inesperado, tú le diste un giro inesperado, y gracias a eso comencé a ver que las cosas que tenía delante no tenían que ser así por cojones.
Lo quieras o no, me has cambiado y para mejor, quieras o no...Me has hecho ver las cosas de otra manera, consigues que sea mejor persona y que ahora más que nunca sepa aceptar y reconocer con más claridad mis errores. Siempre tienes algún detalle que me saca una sonrisa y siempre sabes qué decirme para que me levante y mire hacia el frente, sabes muy bien como animar a las personas, ojalá aprendieses tú a poder levantarte a ti mismo cuando los demás no sabemos cómo actuar...
Si te digo que te quiero, creetelo, porque eres la única persona en la que pienso cuando me levanto, durante el día, antes de dormirme e incluso en mis mejores sueños.
Y no te asustes si te envío un mensaje diciéndote algo como: qué asco que me das, imbécil... Eso es sólo porque invades mis pensamientos constantemente. No te haces una idea de lo feliz que me haces sentir...
Ya sabes que ni soy ñoña ni me gustan las ñoñerías, pero sí me gusta expresar lo que siento, y, aunque a veces no me sale como espero, intento expresarlo como puedo.
Ah, sí, afeitate de una vez.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Felicidad


Es ese estado que he logrado conseguir a base de quitarle importancia a las cosas. A base de mirar sólo lo que tengo delante. A base de dolor, amargura, pero, sobre todo, mucho dolor, he conseguido ser feliz.
No recuerdo ser así de feliz desde... Hace algo más de dos años. Cuánto tiempo he estado amargada...
Dejé mis ilusiones para no volver a llevarme decepciones, pero hoy puedo decir que vuelvo a tener sueños. El sueño de poder forjar mi vida, y que no dependa de nadie, mi vida es independiente.
Hoy, ninguno de esos recuerdos olvidados va a hacer que mi día lleno de azul se vuelva gris. Hoy también será mañana, y hoy también fue ayer. Y todos y cada uno de los días desde hace unas semanas.
Está todo tan claro...lo tengo escrito en las yemas de mis dedos, lo escribí con un agua bien cristalina...
Zeus, qué feliz soy.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Ella II


Siempre fue sencilla. Le gustaba la perfecta imperfección. Nunca fue la típica mujer a la que le gustan los castillos rosas ni las cosas glamurosas. Tampoco era de esas que radiaba felicidad.
Ella era una persona que se paraba a observar. Le gustaba observar a los demás. Mirar a su alrededor y empaparse de lo que la naturaleza le daba. Adoraba los árboles, los animales, el suelo, pero, sobre todo, lo adoraba a él.
Adoraba cómo se mecía, cada balanceo al andar, cómo el viento acariciaba su largo cabellos, incluso su pestañear hacía que ella se llenase de paz con tan sólo mirarlo.
Pero incluso esa sensación que le invadía al estar con él, le era insuficiente. Siempre tuvo ese agujero, esa llama apagada brillando en su mirada, un vacío profundo en el alma.
Cuando él ya no estaba, simplemente se ahogó. Cayó en el mar de angustias que era su recuerdo y sólo se pudo abrazar a la soledad de no sentir nada más. Y dejó de observar, de jó de mirar, y sólo adoraba su memoria, porque ya era el único sitio en el que él permanecía. Ya no había paz, no mecía el viento, y no hubo tranquilidad. Entonces Vida vio que su vida ya no tenía sentido, y se alejó de ella.

lunes, 1 de agosto de 2011

Estabilidad




No te tomes las cosas tan en serio. Tómate en serio a Hacienda, la declaración de la renta, una hipoteca si dices de comprarte una casa, pero no las demás cosas de la vida. Necesitas quitarle importancia a los actos o las palabras de los que te rodean. Necesitas estabilidad y nadie te lo va a conseguir como no seas tú el que la busque. Va siendo hora de plantearte vivir, pero vivir en serio, el resto que venga por donde quiera venir.