lunes, 3 de diciembre de 2012

Últimamente, cada vez que me pongo a escribir, no me sale ni tu nombre, lo único que se me viene a la cabeza es "tú". Un simple "tú" que puede llegar a abarcarlo todo.
Aún hoy intento explicarme cómo llegas a ser tan importante y tan imprescindible en mi día a día. Todavía puedo recordar cuando fue la primera vez que tuve conciencia de que existías. En aquellos momentos pensé que eras una persona indeseable: tu forma tan irritante, a veces; tu carácter despreocupado y sin ningún control sobre lo que haces o dejas de hacer. Esas cosas que con el paso del tiempo he aprendido a adorar, a que formen parte del concepto del "tú" al que conozco, o al menos conocía; esas cosas que tanto detestaba y que ahora echo en falta. Como que estés jugando a la play y te hable y me ignores. La penúltima vez que estuve contigo nos vimos en esa situación, tú seguías jugando al mismo juego de siempre como si acabasen de ponerlo en venta, y yo te miraba y me sonreía.
Es increíble hasta qué punto puedo adorar la vena de tu pulgar derecho hinchada de tanto corretear por el mando, la forma en que curvas tu espalda cuando estás sentado en el sofá y la arruga que se te crea en la camiseta por la parte de la espalda que sube hasta tu cuello. Cada movimiento, cada articulación, cada susurro entredientes de esa respiración ajetreada, cada palabra que dejas escurrir entre tus labios es una aventura que me fascina como si fuese una niña que acaba de abrir los ojos y descubre el universo infinito que le rodea.
Cuando sonríes lo iluminas todo, cuando me sonríes eres capaz de rellenar todo el vacío que hay en mi interior y a la vez clavarme un puñal en la espalda. Eres esa persona a la que quiero más que a mi vida propia y eres la persona que podría matarme en vida solo con mirarme.
Eres tú la persona a la que tanto necesito, la persona que me apoya siempre en todas mis decisiones y las acepta, independientemente de que les guste o no. No te hace falta preguntarme las cosas, solamente me miras y sabes que me pasa algo, sabes lo que me pasa. Cuando te he necesitado siempre has estado ahí, cuando te he buscado, para que me ayudaras, para que me secaras las lágrimas y me dieras un abrazo cuando lo necesitaba, sin preguntarme nada, solo estando ahí.
Quizás tú no sientas tanta admiración por mí, pero lo que más me duele de todo esto es que tú no hayas sentido que yo también estoy ahí para ti.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Hired Gun



Esta canción me hace creer que puede existir la perfección.

martes, 25 de septiembre de 2012

Ya...

¿Sabes? Espero que tú lo sepas, porque yo no lo sé.
En verdad no espero nada. Ni de ti, ni de mí, mucho menos del mundo que nos rodea.
Pero, aún así, ¿sabes? No tengo mucho que ofrecer y no espero recibir nada a cambio.

Recuerdo haber estado así de vacía. No hace mucho tiempo. Tampoco sé decir exactamente cuando, pero lo he estado.
Ahora que tengo a la vuelta de la esquina lo que siempre he querido es cuando más lo siento.
Estoy vacía. La vida que tengo es la mejor que puedo tener teniendo en cuenta mis posibilidades, pero no me gusta.
Hace ya tiempo que empecé a cuestionarme quién soy y qué voy a hacer con mi vida. ¿A dónde voy?
Hace unos días estaba con Alba en el balcón del coño y me dijo: vámonos este año a Alemania.
Me gustaría poder levantarme y decir: "me voy a ir a este sitio", coger mis cosas y salir. Me gustaría ir de un sitio a otro sin sentirme anclada a ningún lugar concreto.
El proyecto que tengo pendiente entre mis manos es ir este año a Córdoba y hacer un ciclo formativo. Está bien para empezar un cambio. Pero, ¿y dentro de unos años? ¿Qué voy a hacer? ¿Dónde voy a estar? ¿Podré permitirme ir a otro sitio a estudiar otra cosa o el gobierno de este país me pondrá impedimentos?
Realmente lo que más me gustaría en esta vida sería encontrar a alguien con quien compartir -igual toda mi vida es algo imposible, pero sí una buena temporada- muchas experiencias, y llegar a lugares que ambos desconozcamos, o no; conocer muchas personas y muchas formas de vida y vivir todas esas cosas con ese alguien, que compartamos todas nuestras cosas y prácticamente seamos uno. Esa es la unión que quiero con alguien, que tan sólo al mirarnos sepamos qué es lo que estamos pensando. Y así viajar de un sitio a otro y ver el mundo que nos rodea, haciéndolo a nuestra manera.
Quizás sea un sueño muy romántico, pero ¿qué sueño no lo es?

viernes, 13 de julio de 2012

Silencios

Mis oídos están cansados de escuchar cuerdos silencios, vacías palabras que no significan nada y nunca llegan a ninguna parte. ¿Alguna vez emites sonidos con un significado definido? Tú puedes decir una cosa, y los demás entienden otra, ¿quién dice que el significado de las palabras es ese y no otro?
Sólo sé que tus palabras, aquella tarde y justo en aquella hora, resbalaron por tus labios y llegaron a mis oídos con el mismo sentido con el que tú las dejaste caer.
Y sólo sé, que hasta el día de hoy, el significado que tú les distes a esas palabras, que fue el mismo que yo entendí, no se han cumplido. Porque tú suplicabas un cambio, lo querías, y lo podías conseguir, lo puedes conseguir, pero no quieres. Entonces, no vengas a mí otra vez con palabras para que te apoye, para que te ayude.
Apareces...Desapareces...De verdad que creí ver algo bueno en tí, creí ver que habías abierto los ojos, pero cada día que pasa, aunque no te vea, puedo ver que no es así.
Te lo dije en su día...Te lo vuelvo a decir ahora...Estás esperando una llamada que tu teléfono nunca va a recibir...

...


Si escribo hacia atrás...estoy cansada de hacerlo. Es que ya no sé dónde está mi límite. ¿Dónde está? ¿Existe? Sé que estoy sobrepasando los últimos índices de amargura, que ya no sé si los motivos realmente existen o si mi insomnio me juega malas pasadas y todo se convierte en el fruto de mi imaginación, pero joder, qué cansada estoy.
Realmente todo esto no merece la pena...No la ha merecido desde el primer momento, ha sido todo tan absurdo, que no sé si hice bien o realmente he estado malgastando el tiempo.
Perdida, es el estado en el que me encuentro. ¿Estoy viviendo lo que me toca vivir ahora o me he vuelto a quedar estancada una vez mas en otra época de mi vida?
Cómo duele mirarte al espejo y sentir que te das asco. Que la vida que llevas es una mierda. Ni en el instituto, ni en casa, ni en la calle...en ningún sitio estás cómodo, que no encajas en ninguna parte. Que tu mente no está contigo, sino que se quedó en algún momento del pasado y se ha encadenado a él, que no tiene intenciones de soltarse.
Ojalá pudiera borrar mi memoria, ojalá pudiera borrar personas, lugares, gestos, sensaciones, olores, cosas, acciones, palabras, sentimientos, texturas...Te borraría ahora mismo de mi cabeza si pudiera, pero no puedo, puedes pensar lo que quieras...
Ojalá pudiera evitar que tu nombre apareciese en cualquier lado y que nadie más me volviera a preguntar por ti, pero parece ser que es imposible evitar eso.
"Por mi puede reventar el planeta en su totalidad. Quiero ver la civilización destruyéndose ante mi..."

Para ti.

-La verdad es que esto me encanta. Se lo escribí a uno de mis exnovios cuando se dedicó a transgiversar cosas y a tocarme las narices. Después de leer esto se calló su piquito de oro.-

Invéntate todo lo que quieras, vamos, hazlo. Divúlgalo por ahí, cuéntaselo a tus amigos, consigue que cada vez que me vean me miren con ganas de matarme. Cuéntaselo a todas las tías que quieras, intenta darles pena a ver si así pillas cacho, dando pena, que es lo único que sabes hacer.
Ahora corre, llama a mi madre llorando y le dices lo mal que te sientes, que no puedes dormir y que me ves en cada rincón. Dile que no tienes amigos, que los buscas y no los encuentras, que estas solo y desesperado. Y después de esto ve a buscar a una tía para acostarte con ella. Corre también y dile a mis amigas que me ayuden a mí porque tú tienes a tus amigos y yo estoy sola. Así es como esperabas que estuviese, sola, así es como me dejaste tú, sola. Pusiste a mi familia en contra de mi mejor amigo porque tú no lo podías ni ver. Claro, después de eso y de otras muchas cosas así creerías que me quedaría sola. Claro, a diferencia de tí, que estás rodeado de amigos. No, si ya te e visto con ellos en el Trapi o en los conciertos.
Tú eres el que está solo. Te has quedado con el parásito de tu amigo, que es igual que tú, y por eso está contigo, porque tampoco tiene a nadie.
Invéntate todo lo que quieras, y vas y se lo cuentas a mis amigas, y después les dices que se vallan contigo un día a tu piso de Córdoba a dormir.
Create tu propia versión, como haces con todo.
Cuéntaselo a todo el mundo, yo no tengo problemas, no tengo nada que ocultar. Cuando todo el mundo vea que es mentiray que el 95% de las palabras que salen de tu boca son mentira, entonces continúa liando más las cosas.
Ahora ven y plántame cojones, ven y me cuentas todo lo que sabes, y ahora échale toda la culpa a tu asqueroso parásito, como si tú no intervinieras en la charpa de mentiras que hay por ahí.
Y después de todo me dices como antes: Al menos, seremos amigos, no?
Tú no puedes ser un amigo, tú puedes ser el peor error de una persona.

...

Hoy recuerdo, miro hacia atrás y te veo junto a aquella ventana, sentado, escuchando música.
No sé en qué momento dejaste de ser aquella persona que conocí, solo sé que cada vez que te veo vas a peor. Me ilusioné pensando que cambiarías, que dejarías toda esa mierda, incluso intenté permanecer a tu lado, pero vi que no servía para nada perder mi tiempo. 
Te he intentado ayudar, estando ahí siempre que lo necesitabas para que tú estuvieras bien, pero como siempre que intento hacer esto, acabo jodiéndome yo.
Aunque ya veo que no sirvió para nada. Durante todos estos años he estado esperando una simple llamada perdida tuya, para después salir corriendo a por ti como un puto perro en busca de su dueño. Pero te aseguro que todo eso se acabó. Llámame y llorame si quieres, que no voy a salir a buscarte. Me prometiste que cambiarías y, como todo lo que sueltas por tu boca, se acabó convirtiendo en ceniza. Ahora tú me llamas a mí, y como tú me hacías antes, yo no respondo.
Aprende avalorar lo que tienes, te lo aconsejo. La vida que llevas no te va a traer otra cosa que no sean problemas, créeme.
En la vida hay que tomar decisiones que duelen, pero no voy a seguir amargada porque tú decidas tirarte por ese barranco. Esta vez no voy a ir yo detrás.

...





A veces no me gustaría sentir, ni ser, ni estar... 
Vacío, todo lo que toco queda vacío, todo lo que sueño está vacío, no son más que deseos vacíos cargados de remordimientos vacíos...
Sentimientos que muchas veces no sienten, emociones que creo vivir, pero en realidad no vivo.
Todo lo tengo al alcance de mis manos, está rozando mis dedos, pero nunca lo consigo, porque el simple espacio que hay entre ambos, es simple vacío...
Vacía está mi vida, y vacía estoy yo, por dentro y por fuera, pues tengo todo lo que quiero y no puedo verlo, ni cogerlo, no puedo sentirlo. Y podría conseguir todo aquello que deseo, pero se queda rozando mis dedos, y no puedo alcanzarlo...

Sólo un momento





¿Alguna vez te has parado a pensar qué pasaría si por un momento lo mandaras todo a la mierda y no te importase absolutamente nada? ¿Que todo aquello por lo que has estado dejándote el alma desaparezca por tan sólo un momento de evasión del mundo y de la humanidad? Tendrías que volver a empezar de nuevo, ¿merecería la pena? A penas un momento para olvidarte de que existes, de quién eres, de dónde estás, de qué día es, de si estas solo o no. ¿Serviría para plantearte si esta vida que llevas es la vida que realmente quieres tener? ¿De verdad quieres despertar un día y otro y ver lo que tienes delante? Y lo más inquietante es, después de esa evasión momentánea, ¿te lo plantearías o lo dejarías pasar? 
¿Realmente lo que tienes es lo que quieres?

Yo soy yo y mis circunstancias

-Pues otra cosa más.-

Cierto es, y será, que he cometido fallos en mi vida, y ya no hay nada que pueda remediarlos, ni borrarlos. La gente que dice se arrepiente de sus errores. No te arrepientes, simplemente no te sientes orgulloso de haberlo hecho o no haberlo hecho. Lo que has vivido te hace ser como eres. Las experiencias, tus fallos, te marcan, y marcan tu personalidad.
Apenas unos segundos hacen que todo cambie, nada volverá a ser lo mismo. En apenas unos segundos te descontrolas y ya no hay vuelta atrás. En unos segundos Se puede derrumbar tu vida. En una fracción de tiempo minúscula, te haces daño a ti, y a mucha gente de tu alrededor.
Sin comerlo ni beberlo, por unos segundos, te ves metido en un bucle sin sentido.
A veces sólo hacen falta unos segundos para recapacitar y darte cuenta de lo que has hecho. Sin embargo, otras veces tardas años en verlo.
Tu sigues siendo tú, pero tu forma de afrontar las cosas es la que cambia. Y a veces tienes que tomar decisiones que no van contigo, pero tienes que hacerlas, y seguir adelante con tu decisión. Lo mejor es pensar las cosas, no te dejes llevar por tus instintos, porque somos personas, y razonamos, y eso es lo que nos distingue de los animales. ¿Cierto?

Tiempo...?








Una vez más mi insomnio me visita, como cada noche, y yo me siento aquí en esto que mi madre llama escritorio, hasta que ésta me echa y me envía a dormir. Cuando esto ocurre, igualmente me siento en mi mesa. No hago nada, no necesito hacerlo, simplemente miro la botella de agua que hay encima de la mesa, y la miro con ansia de que deje de ser agua, y me sea más útil convirtiéndose en whisky. Pero bebo de la botella, y por mucho que la halla mirado y deseado que fuese otra cosa, ésta sigue siendo agua, entonces maldigo mi suerte. Igual que he hecho durante todo mi desperdiciado año de curso, repitiendo tercero, sin otra cosa más que hacer que pasar el tiempo. Lo desperdicio, pues ahora creo que tendré tiempo para todo, pero es mentira. No existe tiempo suficiente en la vida de una persona. No tienes tiempo suficiente para decirle a alguien lo mucho que lo quieres y lo mucho que lo hechas de menos, para aprender, para saber cosas que ya te han pasado antes pero tú vuelves a caer una y otra vez en la misma piedra, para sentir, para vivir experiencias nuevas, para pasar tiempo con tu familia, con tus amigos. No tienes tiempo suficiente para irte de camping y buscar un maldito alambre donde atar la tienda de campaña porque no la sabes montar (vosotras ya sabéis e_ê ), tampoco tienes tiempo de coger una caravana e irte a vagar por el mundo a echarte a la mala vida y apreciar las cosas que tienes, viajar, conocer nuevos países para ti, nuevas culturas, conocer caras nuevas, y que cada una de estas cosas te enseñen algo. No hay suficiente tiempo. Pero todo esto lo piensas cuando ya es demasiado tarde. Entonces piensas: en qué pensaba yo en aquellos momentos? Quién me va a traer de vuelta mi tiempo perdido? Quién va a hacer que recapacite en mis errores y me de cuenta de que no puedo caer una y otra vez en la misma piedra? Quién me frenará cuando tome elecciones precipitadas? Nadie va a devolverme todo aquello que he perdido por el camino. Sólo te queda el remordimiento, el desconsuelo y la impotencia de aquello que has tenido en tus manos, y que has sostenido pero no le has dado un uso, no lo has sabido aprovechar. Yo miro atrás y veo todos mis errores, igual que miro adelante y los veo. Igual que veo que mañana en mi tiempo libre estaré sentada en mi mesa, mirando otra vez con ansia mi botella de agua, deseando que por una casualidad divina se convierta en whisky, y por fin un día, tan sólo pido un maldito día de mi escaso tiempo, pueda olvidarme de mi nombre, pueda olvidarme de todo lo que me rodea, y pueda olvidarme de mi existencia, tan sólo por un día, o al menos, por unas horas, por un poco de tiempo de mi escaso tiempo en el mundo.





-Otra cosita que escribí hace ya su tiempo.-

Eso es todo

-Bueno, esto es algo que escribí hace ya tiempo, años, y digamos que voy a hacer un recopilatorio de las cosas que tengo por ahí desperdigadas. O al menos lo intentaré, pero por pereza lo dejaré a medias.-


Recuerdo todos y cada uno de los momentos que he vivido contigo. Todas y cada una de las palabras que me has dicho y todas las cosas que me has contado, al igual que siempre recordaré todo lo que me dices y me cuentas, todo lo que estoy viviendo contigo. Y quiero hacerlo porque esa libertad que tú me ofreces es la que siente que quiere tenerte para siempre. 
Un sentimiento que siento por ti, que nadie más podrá ofrecerte jamás en la vida. Quererte tanto como te quiero yo de una forma incondicional. Toda esa felicidad que me invade con sólo oír tu voz, con tu mera presencia, esa misma intensidad me invade cuando te ausentas, en mis días largos y aburridos sin ti, sin tu risa y todas tus tonterías. 
Me gustaría guardarte en chiquito, y llevarte en mi bolsillo siempre, y sacarte en cualquier parte para poder mirarte y que tú me mires, y que vuelva a mí esa felicidad. Tanto cariño que me aportas, sin apenas darte cuenta. Cada abrazo, cada beso, cada afecto cariñoso que me das...TE QUIERO, con toda mi alma y con toda la fuerza con la que se puede querer a un amigo como tú.

jueves, 10 de mayo de 2012

Paseo en bicicleta


Hoy iba por el centro. Delante de mí iba una muchacha que se encontró con un amigo que iba en bici. Iban los dos por la calle y él estaba sentado en la bicicleta. Al ir tan lento, iba haciendo eses al lado de la chica.
Entonces se me vino tu imagen. La imagen de ir paseando los dos por la calle, tú en bici y yo andando. Recordé cómo se hinchaba la vena de tu mano sosteniendo el manillar, cómo se te notaban las articulaciones y aquella pose tan graciosa que ponías.
Recuerdo que te cansabas de ir así y te bajabas de la bici para ir andando a mi lado. También aquello de "a ver si nos vamos un día por ahí con las bicis" y sonreías cuando te decía que en línea recta voy bien pero que las curvas me traicionan.
Hoy llevo todo el día acordándome de ti. Aunque mentiría si dijese que no lo hago todos los días del año desde que apareciste en mi vida.
Supongo que aquella intimidad, esa compenetración, todas esas cosas que éramos capaces de compartir sin mediar palabra se perdieron hace tiempo. Y es una lástima.
Hace tiempo llegué a la conclusión de que si estos son mis mejores años los quería vivir a tu lado. Una vez más vuelvo a tener esa horrible sensación de que ya no hay lugar en el que quepamos los dos. Vuelve a ser una lástima.
Qué cosas...¿no? Antes estabas lejos físicamente y no pasábamos un día el uno sin el otro, ahora que estás a mi lado estás más lejos que nunca...


martes, 8 de mayo de 2012

El cielo ennegrecido

-Este es el relato corto que he presentado para un certamen a nivel provincial, que ha sido justamente hoy, en la Diputación de Córdoba. No estoy muy orgullosa de él porque podría haber puesto más empeño, pero como dijo hoy una niña en el certamen "la inspiración parece una niña de cuatro años"; así que lo tuve que escribir en un cuarto de hora deprisa y corriendo un par de días antes de entregarlo. Pero bueno, not bad-

Después de aquella gran explosión que derrumbó el edificio de enfrente, el encargado del hotel nos llevó hacia la salida de emergencia más cercana. Estaba anocheciendo y el cielo mantenía un color pajizo, más bien rosado, sin que la vista alcanzara a ver precipitación alguna. En algún momento, no recuerdo cuándo, un color rojizo envolvió la ciudad como señal de mal presagio.
Salimos del edificio corriendo sin saber exactamente dónde ir, así que saqué el mapa de mi bolsillo con la intención de dirigirnos hacia la embajada. Sentíamos tan cerca el sonido de las ametralladoras y de las bombas que pensábamos que en cualquier momento nos alcanzaría un trozo de metralla. Fuimos a parar detrás de la embajada y, escondidos en una casa en ruinas, pudimos observar cómo nuestra única salvación estaba en llamas.
Desde aquella casa, asomado con sutileza a la ventana, pude ver cómo un escuadrón sacó a la fuerza a una familia de su casa, donde estaban refugiados.
Después de numerosas agresiones físicas y psicológicas dispararon a bocajarro al padre mientras la madre intentaba evitar que sus hijos viesen semejante atrocidad. Cuando aquel cayó desplomado y muerto al suelo, su mujer corrió a sostenerlo en sus brazos y, mientras sollozaba y gritaba por qué, ella se vio con una bala entre ceja y ceja.
Ya estaba el cielo oscureciéndose, y aquellos niños abrazados a sus padres miraban alrededor sin saber qué estaba ocurriendo.

Pérdida

-Esto es algo que escribí de madrugada al volver del tanatorio donde yacía mi abuela, el día 9/12/2011-

Parecía que era una de esas personas que siempre iba a estar ahí. Ella, y como todos aquellos que se van, lo parecían. Y es cierto, de una forma u otra peranecen en nuestras vidas hasta que nuestros recuerdos se vuelven tenues o nuestra vida se desvanece.
Estaba más que visto, y se sabía, que más tarde o más temprano ese organismo se frenaría para no volver a arrancarse nunca. Esta vida que llevaba no era más que alargar esa agonía de la incertidumbre que, al fin y al cabo, los que lo padecíamos éramos los demás. Sin embargo, ella dejó de ser ella hará unos cuatro años, cuando se fue de nuestro lado y sólo quedaban algunos fragmentos pegados a un mecanismo latente que, al final ya, se movía a duras penas y emitía sonidos cual neanderthal.
Lo único que sí la definía como era ella, era su mirada hacia los seres queridos y su sonrisa, su risa. Aquella risa que nunca jamás escucharé por última vez.
Parece que cuando un rayo de luz ilumina tu camino y encuentras la paz, armonía y felicidad que deseabas, la vida tiene que llegar y pegarte una patada en el culo que haga que te arrastres de nuevo en el fango.
*Lo que ella no sabe es que tras mi shock traumático, jamás esperado, se encuentra una fortaleza llamada madurez, reforzada a golpe de yunque con razón, que ha hecho del fango uno limpio con lágrimas y gritos de dolor.*

(*)Yo adoro a mi abuela y durante sus últimos años hice todo lo que pude por hacerle la vida, si se puede entender por vida, más agradable. Por duro que sea, aquella mujer no esperaba otra cosa que su fin, cosa que yo encajé como pude y afronté con cierta serenidad, para algunos demasiada. Eso no implica que cada día no la eche de menos. Lo que más me duele es el hecho de que acabase en un triste hospital. Te quiero abuela.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Vacío

Recuerdo cuando tenía ilusiones. Quería ir a estudiar a Córdoba, a hacer Hostelería, que es lo que siempre me ha gustado de verdad. Quería hacer un Grado Superior de Turismo. Pasar una temporada en Almería, en Granada, en Extremadura, en el País Vasco y, finalmente, salir de España y viajar hasta encontrar mi lugar.
Sí, recuerdo cuando las tenía...
Lo que más me gustaba era que no he buscado lo que los demás. Todos buscaban tener sus estudios y conseguir un trabajo para comprarse un coche, una casa y formar una familia; quizás hacer a alguien sentirse orgulloso de lo que han conseguido en su vida.
Yo quiero sentirme orgullosa de haberme encontrado a mí misma. Quiero viajar hasta saber quién soy en realidad y quiero encontrar la forma de vida que más me llene, para poder sentirme orgullosa de ser quien soy y, entonces y sólo entonces, es cuando los demás deberían de sentirse orgullosos de mí.
Necesito encontrarme porque ahora mismo es como si estuviese cayendo en un abismo, como si fuera un pez nadando mar adentro sin nada que le indique a donde ir.
Ya sé que va siendo hora de elegir un camino y que no tengo todo el tiempo del mundo, que tengo que actuar rápido, YA. Pero no todo es tan fácil como parece. No todo se basa en que saque este curso, se trata de que no sé qué es lo que estoy buscando y ahora mismo no tengo interés en averiguarlo.

*Vacío como el corazón del grillo, como el bolsillo del mendigo, como los besos de alquiler...

domingo, 25 de marzo de 2012

Sin prejuicios


Ayer era un día normal y corriente, Carmen, Alba y yo estuvimos en El Agujero escuchando musiquita y tomándonos un algo. Fuimos al parque que hay en El Quinto Copón y Medio y después nos fuimos al pasaje del Open para pasar el resto de la noche en el Korea, como de costumbre.
Cuando subimos las escaleras Carmen salió corriendo. A lo lejos pude divisar a Campos, seguidamente al pequeño Yisus, luego a Diego y por último a esa persona cuyo nombre no quiero ni tengo por qué recordar.
Al verla allí, mi primera reacción, y la de Alba, fue quedarnos quietas en plan: esperemos a Carmen. Pero luego miré a Diego y a Yisus y me importó poco lo demás.
Hace un año, no habría corrido nadie hacia ellos, simplemente habríamos quedado como cualquier día y ya está.
Simplemente os hecho de menos... Ayer hablando con Diego, me dí cuenta de lo mucho que ha cambiado la vida de todos y cada uno de nosotros.
Ahora mismo la invitación de Diego de ir a verle a Alemania cuando se valla de Erasmus me provoca unas ganas de seguir adelante enormes. No te puedes imaginar lo mucho que echaba de menos esas declaraciones, o más bien sentencias, en tercera persona de "Diego hoy no bebe" y al final era el que más bebía.
Echo de menos las caras de Alex y los gestos de Yisus...
Erais todo lo que necesitaba y erais las ganas que tenía de salir un fin de semana. Llevaba años sin estar a gusto con un grupo, sin sentirme bien con más gente, pero ustedes erais diferentes.
Ya no se si es la situación que ha cambiado o si somos nosotros quienes lo han hecho.
Simplemente... Os quiero.

sábado, 17 de marzo de 2012

No puede ser


Después de tres años llegué a la conclusión de que había que dejar las cosas estar. Cuando no es por ti es por mí y viceversa, así que llegados a este punto, ¿para qué seguir dando vueltas?
Acordé con mi mente que todo debía acabar, que ya no volvería a recordar tu forma de hablar, de andar, tus gestos, tu sonrisa, pensé que podría dejar de escuchar tu risa por cada rincón.
Después caí en la cuenta de que no puedo pasar de ti. ¿Para qué huir de la realidad?
Aunque duela, no puede ser, no puede haber nada, no puedo borrarte, ni si quiera puedo dejarte a un lado, es inevitable.
¿Qué más puedo hacer ya? ¿Decirte que te quiero? ¿Que te quiero a morir?
Dudo que eso sirva de algo.
Podrías hacer de mi mundo en blanco y negro uno de colores radiantes. Podrías hacer florecer la más hermosa flor con tu mera presencia en uno de los días más fríos de invierno. Podrías conseguir que descubriese el sentido más bonito de esta vida con tan solo venir y hablar conmigo. Pero no puede ser.

lunes, 12 de marzo de 2012

Roto


Anoche, como otras muchas noches ya pasadas, te volví a ver en mi calle. Justo en frente del estanco. Tú salías de tu piso, como otras muchas noches, y me gritaste desde tu acera. Corrías hacia mí con esa mirada serena que es capaz de paralizarlo todo, con tu voz grave y nerviosa.
Hacia la mitad del asfalto pasó el coche, justo en el mismo momento que corrías hacia mí. Sonó un golpe vacío lleno de miedo que me aterrorizó y corrí hacia ti.
Anoche, desesperada, gritaba entre llantos tu nombre, mientras morías en mis brazos, sin que pudiese hacer nada, sin poder evitar lo inevitable.
Anoche, como otras muchas noches, soñé que te perdía por completo, más de lo que ya te tengo. Volvió a reflejar mi subconsciente el miedo que tengo a que te desvanezcas, a que desaparezcas de mi vida, el terror que me provoca el pensar que no te volveré a ver más, que no podré volver a escuchar tu voz enunciando mi nombre, pidiéndome una llamada que siempre te prometo y nunca recibes.
Esta mañana, como otras muchas mañanas ya pasadas, me he despertado y me he vuelto a sentir vacía y sola.
Esta mañana, como otras muchas mañanas, me he vuelto a cuestionar si merece la pena seguir mi camino evitando tu presencia. Hoy he vuelto a sentir que me faltas mucho, que te necesito.
Esta mañana cuando me desperté, recordé lo fácil que puede ser perderte por completo y eso es lo que más me asusta.

jueves, 2 de febrero de 2012

Ansiedad


A veces estoy tan frustrada...no saber cómo expresar lo que siento es tan...horrible, me quema y me araña por dentro. Y el que la gente pregunte constantemente qué me pasa es tan...asfixiante.
A medida que se acerca la noche y me meto en esa habitación, es como si me matasen. Tampoco es que estar fuera me llene mucho... Y a la mañana siguiente cuesta tanto levantarse...para seguir una vez más con esta vida que me tiene tan harta...
Ojalá supiese qué cojones es lo que busco. Pero parece que voy gastando los días y los meses, y cuando me he dado cuenta los años también, y no sé a dónde voy, con quién quiero ir y qué es lo que quiero hacer. Quiero buscar otra vida. No. Quiero más que eso. Quiero encontrar otra vida. Otra forma de vivir. Otra sociedad. Otro pensamiento. Otras culturas. Otras costumbres. Algo que me llene.
No quiero anclarme al "voy a matarme a estudiar", "voy a buscar un trabajo", "voy a ganar mucho dinero", "formaré una familia", "me compraré una casa", "tendré el mejor coche de última gama", "este o el otro se siente orgulloso de mí" y esas demás cosas que a mi no me interesan y prácticamente ni me importan.
No necesito que los demás me vean como una persona centrada y con los pies en el suelo. Con ser lo que soy y saberlo yo, YO, me es suficiente. Pero ni siquiera yo sé quién soy y si tengo los pies en la tierra o esto que pienso forma parte de un pensamiento paralelo a una utopía.
Me importa una mierda que me llamen egoísta...eso me suda tres litros de alcohol...sólo quiero encontrar aquello alternativo que me llene y me haga desconectar de una puta vez de esta mierda de vida que cada día azota más y peor.

4ª hora, Inglés - 12:38


Ahora mismo no quepo en mí de felicidad, estoy plenamente insegura de lo que quiero, pero la verdad es que no me importa justo en este momento.
Puedo decir que tengo hasta ganas de dar la siguiente clase, aunque sé que cuando llegue, mi profesor de Latín me va a bajar tanto la moral y de tal forma como me ha subido. Será la ley de la gravedad. Pero no me interesa. Tengo hasta ganas de ir a la biblioteca y ponerme a estudiar el examen de Lengua del martes y hasta me apetece sacar este curso. Y puede que mañana no piense igual (lo más seguro), pero es lo que pienso ahora. Y aunque ahora mismo no esté pendiente de esta clase de Inglés, tengo ganas de hacer cosas. Y de hecho, lo voy a hacer justo cuando acabe de expresar que estoy hasta nerviosa de la sensación de satisfacción que tengo y que casi me cuesta trabajo escribir de mi avanzado estado de emoción.

jueves, 26 de enero de 2012

Ella III



La soledad le abrumaba. Se colaba hasta el último rincón de su persona. Habitaba en cada recoveco de su alma. Todo era oscuro, el cielo caía sobre ella con toda su magnitud haciendo que se viera sumida en un olvido tan inmenso como el mundo.
La luz se apagó en un tiempo muy lejano y le dejó claro que no volvería así porque sí. Sencillamente se podría decir que la vida la abandonó a su suerte depositando en ella toda la fe para que fuese capaz de encontrar en la oscuridad una gota de esperanza que colmara su corazón ennegrecido.
Al caer la noche en el universo infinito, el alma se le encogía hasta hacerse una bola que no la dejaba respirar y se ahogaba en su propio llanto. La noche es, para toda clase de ente, aquella mujer que te roba el aliento y te deja sin palabras, pero a ella le torturaba hasta hacerle sangrar lágrimas, le arrancaba las entrañas de su memoria y, mientras se retorcía de dolor, le enseñaba las tiras de sus recuerdos desgarrados hasta que se acercaba la hora del amanecer.
Cuando la mañana se acercaba, la luz era tan pura y blanca que dañaba sus cicatrices haciendo que destacasen más aún en su clara piel consumida por el ardor de la oscuridad.
El frío de la luz quemaba cada vez más sus ojos negros perdidos en el horizonte de la nada, hasta que un día no pudo volver a ver. Su oído se volvió fino. Tanto fue así que era capaz de escuchar los lamentos de otras edades y sintió retumbar en sus sesos siglos y siglos, e incluso milenios, del llanto de la humanidad. Fue capaz de oír a Gaia relatar sobre el trato recibido y el ardor de ésta recayó en su estómago.
Tanto sufrimiento se fue acumulando en su cuerpo que la poca fe que le iba quedando para encontrar sus ansias de libertad fue muriendo, y con ella se iba desvaneciendo el color blanco de su piel hasta volver a convertirse en negro.
Su alma simplemente desapareció dejando que su cuerpo inerte se fundiese con la nada que le rodeaba, dejando así su sufrimiento plasmado en el infinito como señal del daño que provoca vivir recordando retales de un amor muerto y guardándolos en el fondo de uno mismo consumirse hasta desaparecer por completo.

lunes, 9 de enero de 2012

Nuevos propósitos

A veces me quema todo tanto... Desearía que esos recuerdos que me arden se fundieran y divagasen hasta escapar de esta jaula, que es mi cuerpo.
Ya sólo se apacigua esta llama con ese dulce elixir... Es entonces cuando consigo elevarme hasta el infinito y volar hacia el horizonte sin más conocimientos que aquellos que ven mis ojos y sin más razón que el impulso.
Pero cuando mi mente despierta y mis ojos comienzan a ver más allá pienso que de qué me sirven mis momentos de dejadez y de instintos, si cuando la embriaguez me abandone todo seguirá estando en el mismo lugar en que lo dejé, todo va a seguir igual.
No quiero buscarme nuevos propósitos que también recaigan sobre mi espalda, permíteme primero superar las verdades del pasado, para así poder superar las del presente y tener ánimos de buscar nuevos propósitos que superar en el futuro.